Desde la primera hora de Caritas Christi, el dedo luminoso del Señor se posó sobre este lugar de su Evangelio; habréis de descubrir, siempre más y más lo que nos revela en esta palabra infinitamente nueva, así como las aplicaciones que tendréis que hacer de ella. Os revela la proximidad del amor infinito de Dios, más próximo a vosotras que vosotras mismas, que le hace darse a vosotras y permanecer junto a vosotras. Este secreto es el lugar donde se encierra la alianza que él quiere anudar con vosotras y la manera de encontrarlo.

Identificándoos cada vez más con el mismo Cristo, en vuestro lugar providencial, sin dejar de ser una entre los demás, os serán ofrecidos los valores cristianos de gratuidad, autenticidad, interioridad y gozo. El testimonio que entonces os será dado rendir ya no será ni parecer ni hacer, sino ser; se os ofrece el más puro amor, la personalidad más transparente y más libre, el testimonio más expresivo, y así comprenderéis que Cristo resucitado da a vuestra vida el ser, con él, ocultas en Dios.

Recibir a Dios de esta manera ensancha el corazón y hace amar al mundo como él, y hablar de él como quien le agrada. (cf. 1 Tes 2,4)

Todo, en vuestra Ley de vida, debe situarse a esta luz. Lo que Caritas Christi ha encontrado ya en esta palabra de vida eterna no es nada al lado de lo que espera encontrar si somos fieles…

Extraído del documento «Intenciones Esenciales», escrito por nuestro co-fundador, el P. Perrin.

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